EL ARCHIVO

Las fotografías que una persona acumula durante su vida constituyen a la larga un archivo que atestigua las formas de vida de una época determinada. Una colección de fotografías puede pasar de generación en generación perdiendo el valor de referente pero ganando un valor estético.

Los medios reflejan su tiempo y su momento histórico, la pátina del tiempo, el desgaste genera una cualidad romántica con sus tonos sepias, sin embargo el desvanecimiento de la imagen es un peligro que debe atenderse. Esto motiva al rescate y preservación de esta memoria personal que a veces puede trascender el ámbito familiar y puede representar contextos más amplios sobre las costumbres y los desarrollos de los pueblos. Por ello era urgente la digitalización de las imágenes, muchas en mal estado o a punto de desaparecer.

Gracias a los medios digitales podemos recuperar bastante de una imagen que parecía completamente desvanecida. Se realizó esta tarea de rectificación, conservándose también el estado actual de la imagen como un comparativo de su degradación.

Este archivo se denominó como el fondo documental Martínez Castro y gracias a él se detona una activación de la memoria que nos lleva a producir este conjunto de piezas para recrearnos en las historias que nos dieron origen y han dado curso al desarrollo del país.

El archivo Martinez Castro es entonces el generador de una investigación, más allá de su contexto, a la época, los sistemas productivos,  las causas y efectos de la revolución. Desata la exploración del paisaje natural y social de esta región exuberante y rica en recursos, sabores y sonidos, legendaria tierra de grandes letras y el embrujo del café de altura.